El trabajo comienza

Estos días han sido interesantes… empezando por mi primera reunión oficial! Una prueba de paciencia en toda ley. Se trataba de la reunión mensual de coordinación de ACNUR con todas las organizaciones que se encargan de la implementación, en los campos de refugiados, de ciertas actividades que nosotros subvencionamos (casi todos ONG locales, excepto el PMA-Programa Mundial de Alimentos) y con los representantes del Comité Sudanés para los Refugiados (son los que tienen la obligación primaria de protección y atención al refugiado). El caso es que empezó tarde porque los representantes del gobierno no llegaron hasta casi una hora después de lo previsto (tampoco os vayáis a pensar que todo el mundo estaba ahí a tiempo, como mucho media hora tarde el que antes!). La reunión duro nada menos que 5h!!!!!! y ahí todo el mundo venga a hablar… tipo muchas gracias a bla bla bla, vamos esas cosas que a mi me parecen tan poco practicas y por lo visto son tan culturales… eso si, sobreviví!! Mi único rol ahí fue que me presentasen oficialmente y escuchar los debates que se traían.

También tuve la ocasión de sentirme útil por primera vez desde que llegue. Uno de mis compis llego con una carta en italiano, un documento que presento uno de los refugiados y que el gobierno no acepta hasta que alguien la traduzca (por eso nos la dio a nosotros). Se trataba de una decisión de un ayuntamiento de Italia, por la que decía que no podía impedimento alguno a la reunificación familiar de la señora XX con su marido – actualmente refugiado en Sudan – y que por lo tanto, el podría presentarse en el embajada italiana para pedir el visado para Italia. Así que nada, se la traduje a ingles toda contenta de ser portadora de buenas noticias para alguien (menos mal que la respuesta era positiva!!). Mi trabajo empieza bien, pensé.

Sin embargo, mi positivismo cambio un poco al día siguiente con mi primera visita a un campo de refugiados. Os explico un poco como es la situación aquí (bastante compleja, como veréis). A grandes líneas se puede resumir en que en los 12 campos que hay en el Este de Sudan, se mezclan lo que llaman refugiados prolongados (algunos llevan mas de 30 años aquí) con nuevas llegadas. Todas las personas que llegan demandando asilo son llevadas a un campo en concreto – Shagarab I – donde se les registra y quedan a la espera de que se realice el proceso para determinar si Sudan les concede el estatuto de refugiado o no. En teoría desde que el registro tiene lugar hasta que se produzca la determinación, deberían pasar unos 2 días máximo una semana… sin embargo aquí ese proceso puede llevar meses. Aquellos que son reconocidos como refugiados son derivados después a uno de los campos ya establecidos y del que para moverse tienen que pedir permiso a las fuerzas de seguridad nacional (Sudan hizo una reserva al articulo que en la Convención del Refugiado de 1951 permite la libertad de movimiento).

Shagarab I fue precisamente el campo que se escogió para mi primera visita y al que llegamos después de 2h de viaje por una carretera – que no era tal, mas bien camino de tierra – llena de baches y que se bloquea totalmente en la época de lluvias, llegando a dejar los campos totalmente inaccesibles. Este campo esta separado en dos partes: las nuevas llegadas (zona de recepción, zona de determinación del estatuto de refugiados, policía y seguridad nacional, celdas y el área donde (mal)viven tod@s l@s que están a la espera) y el campo en si.

Nuestra primera función nada mas llegar es saludar al Director del Campo (miembro de COR). La idea es que me presenten a todos nuestros interlocutores en el área. Primera sorpresa, el director no esta… pese a habernos prometido que el miércoles estaría ahí! Nos informan que lleva días sin pasar por el campo con lo cual hay muchos asuntos pendientes que no pueden salir adelante sin su firma (incluyendo gente que necesita tratamiento medico/hospitalario, etc.). De ahí a conocer a las personas que se encargan de las entrevistas a través de las que se determina si se les concederá el estatuto de refugiados o no, por supuesto, primero el jefe y luego ya me va presentando el al resto. Luego el centro de registro y de ahí a la policía y fuerzas de seguridad (visita a celdas incluida).

Durante todo este tiempo cientos de persona se acercan a ti, para contarte su caso, para suplicarte que te reúnas con ellos, que les escuches y hagas algo. Tu les explicas – en ingles claro, idioma que ellos no entiende, así que te pones a gritar si es que hay alguien alrededor que habla ingles y puede ayudarte a traducir – que ahora mismo no puedes, que vayan a tu oficina y que en media hora/una hora podrás escuchar a cada uno de ellos. Si, tenemos traductores pero solo 2 para la sección y estaban con otras personas, así que es momento de apáñatelas como buenamente puedas. Frustración total, creedme…

Me llevaron luego a ver la zona de ‘las nuevas llegadas’, os podréis imaginar… un sitio que estaba pensado para ser de paso, 2 días iniciales que acaban siendo meses, y por tanto no dan paso a l@s nuev@s. Las tiendas son insuficientes, no hay letrinas ni duchas, las fuentes de agua están lejos… moscas, desechos, basura por todas partes. La gente vive en tiendas, esos los más afortunados, otros se van haciendo hueco entre pajas – lo cual considerando las temperaturas aquí, es toda una locura debido a la altísima probabilidad de incendios –. Higiene y saneamiento es algo que simplemente brilla por su ausencia… se puede ver a la gente, repartida por el terreno haciendo sus cositas, con el consiguiente riesgo que eso entraña, también desde una perspectiva de genero! Se esta planeando la construcción de nuevas letrinas, pero mientras…

El área de registro no es mucho mejor, solo hay un pequeño especio bajo la sombra – misteriosamente ocupado únicamente por hombres – así que el resto, principalmente mujeres, tiene que esperar fuera a pleno sol y os aseguro que el calor aquí puede ser insoportable (y eso que aun estamos en invierno :S). Las mujeres preciosas, envueltas en unas telas de colores maravillosos y con unos ojos grandes llenos de tristeza, me miran y sonríen… Una me dijo que era tan blanquita, que hacia tiempo que no veían a un blanco como yo. Que lindas! Los niños nos seguían a todas partes, sucios de pies a cabeza (lo que no me extraña viendo el polvo que hay y las condiciones del lugar) pero sin perder su sonrisa. Fabulosos! Y llenos de guiños cómplices… A todo esto, mas gente intentando hablar con nosotros – una constante, os lo aseguro – así que vuelta a explicar…

De las celdas prefiero ni hablar, la verdad, para que os hagáis una idea más de 8 personas en una misma celda, comiendo de los que le traen los vecinos/amigos, etc. y retenidos durante mas de 15 días aun sin acceso a un juez. De ahí al centro para menores no acompañados – creo y espero que me toque trabajar mucho con ellos –, donde os aseguro que hay mucho mucho por hacer en cuanto a protección se refiere. Y finalmente a nuestra oficina, donde la gente se ha ido acercando y esperan ansiosos a que lleguemos y puedan contarnos su historia. Se apiñan en la puerta esperándonos y entran todos a tropel. Mi supervisor como si nada, dentro esperando que vayan llegando… independientemente que sea en masa. Humanidad fue la primera cosa que me vino a la cabeza desde que llegue al campo, y mas ahora… mis orígenes y filosofía cruz rojera siguen ahí, aun considero humanidad como un principio básico y fundamental, todo el mundo tiene derecho a ser tratado humanamente y con dignidad; lo que para mi quiere decir, en este contexto que tienen derecho a que – entre otras muchas cosas – les escuchemos individualmente, con privacidad además de confidencialidad. Así se lo explique a la gente, intentad poner un orden, escucharemos a todo el mundo pero de uno en uno (a no ser que sea un caso colectivo) y en privado, se trata simplemente de una cuestión de respeto. Lo entendieron perfectamente, así que comenzamos… Nos pasamos horas escuchando de todo, os puedo asegurar que es un agobio, escuchas con toda la atención del mundo cada caso, haces miles de preguntas, y les orientas en todo lo que puedes (muchas veces es lo único que se puede hacer) y apuntas aquellos casos que tienes que derivar a otra persona/sección (incluido COR). En teoría por seguridad tendríamos que dejar el campo a las 15.30h, como muy muy tarde 16h… el caso es que conseguimos cerrar la oficina a las 17h, y sin haber tenido tiempo de pasar de nuevo por el lugar de detención. Una impotencia enorme y unas ganas tremendas de hacer más…

Y esto es solo un campo… quedan 11 mas! No tengo ni idea de cómo voy a organizar mi trabajo. Me faltan aun muchas herramientas y necesito guía, como dice mi amigo Fred, no podemos ponernos a experimentar si esta decisión es mejor que aquella, o probar con una idea u otra así sin más; se trata de la vida, sueños y necesidades de personas reales y vulnerables. Requieren el mayor de los compromisos, profesionalidad y respeto… me pregunto si realmente estoy preparada para esto :S.

En la parte social, el otro día despedimos a Abadía… mi primera salida en Kassala. Casi todos los de la ofi nos juntamos en una terraza al aire libre en una especie de parque bastante chulo a las afueras de la ciudad. Nos sentaron en mesitas organizadas con te, helados y agua… la velada se trata de hablar con tus compis y luego escuchar las historias y discursos! Creo que al menos 10 personas hablaron, incluyendo el homenajeado… increíble :). Por supuesto hubo regalitos pero, otra cosa que aprendí entonces, se abren en casa… por lo visto en muchos países de Africa es así. Agradeces el regalo, pero no se abre en frente de la persona(s) que te lo da. Diversidad cultural que se le llama, no?

También mercado, ayer di una vuelta con Japhet, después de ver un par de casas que tampoco resultan aceptables. Es una sensación extraña esa de que todo el mundo te mire al pasar, deberíamos llamar un montón la atención: una mujer muy blanca con un filipino (todos le gritaban chinito al pasar) en mitad de un mundo colorado lleno de hombres. Pese a todo, fue una tarde muy agradable y ya tengo una chilaba nueva y algunas verduritas en la nevera para estos días :).

Mañana primer día de Marzo (elecciones Gallegas, si no recuerdo mal y otro año sin votar!), ya va hacer un mes que deje Coru… desde luego el tiempo se pasa volando.