Resumen de estos días…

• Cena Filipina: Japhet me invito a conocer a una amiga suya Filipina, la segunda en la zona, que trabaja aquí para el Programa Mundial de Alimentos… nos preparo un pescadito muy rico (todavía no sabemos a quien soborno para conseguirlo :)) y acabamos la velada con un agua bendita, que considerando la prohibición, con un poco de sprite se podía beber perfectamente :).
• Segunda reunión con mi supervisor… un desastre! Mejor ni comentar… no le auguro yo a esto un buen futuro…
• Lectura de las leyes aplicables en Sudan, bueno, de algunas que pude encontrar… sin duda la ‘mejor’ hasta el momento es el Código Penal que contempla venganza, lapidación, latigazos y pena capital entre algunas de sus sentencias. Y no voy a hablar del tipo de comportamientos/actividades punibles, una lectura obligatoria para cualquier defensor/a de los derechos humanos. Todo menos un ejemplo a seguir. Estoy deseando hacerme con una copia del Código Procesal Penal… será masoquismo? Sea lo que sea, estoy convencida que no va a tener desperdicio.
• Y por ultimo, mini (intento de) puesta al día en temas de seguridad en la región: lo puedo resumir en un grito de: Robertiño, donde estas????????? Fase de seguridad III, bueno pues la reunión la tuve porque insistí (y un montón), todavía no sabemos quien es mi warden, ni cuales son los rally points ni na de na… Para lo único que sirvió es para que me desautorizasen la única casa que me ha gustado :(: demasiado cerca de un cuartel militar… ahhhh!! Se siente… sigue buscando! Como si fuese tan facil sniff sniff.

Después de la ruptura de mi corazón, intentando asumir la imposibilidad de ese amor a primera vista que fue la casa que os había comentado… aunque ya sabéis que soy cabezota, así que le pedí al de seguridad que lo meditase con la almohada, que yo creo que tampoco esta tan cerca del cuartelito ese…

Pues eso, que después de tal ruptura, de camino a la guest house uno de mis compis me propuso acompañarlo a cenar a uno de los locales de la zona. Abdalah, lleva muchos años trabajando en protección, y todo el mundo me lo ha presentado como un referente a seguir… penita que el jueves se nos vaya para Khartoum, ha conseguido una posición allí como asesor legal. Me alegro por el, pero es una pena porque estoy segura que hubiera disfrutado y aprendido mucho trabajando juntos! La cena acabo siendo una reunión de los hombres (locales) de la oficina… vamos, una clase de árabe acelerada jeje. Simplemente, me encanto!! Disfrute tanto en la terracita, probando un poco de los distintos platos – ya os dije, se comparte todo y siempre con las manos – y hablando de todo un poco. Ni que decir cabe, que además era la única mujer… con excepción de la chica que preparaba el café del que todo el mundo disfruta después del banquete. Realmente los sudaneses son gente muy amable y tremendamente hospitalarios, pena que algunas ‘figuras’ empañen la imagen que tenemos sobre un pueblo tan agradable (bueno, también añadiría un buen cambio en las practicas y la legislación a aplicar…). Una velada fabulosa!!