08/02/09
Welcome to the UN system!!! O aun peor, bienvenido a la administración/burocracia-interminable-inagotable-ilógica… todos los calificativos son pocos. Por la mañana Patrice me dijo que me preparase para un buen ejercicio de paciencia, lo tome un poquito a broma pero a lo largo que iba avanzando el día me di cuenta que seguramente ninguno de estos días había hablado tan en serio.
No se como describir el día de hoy: oficinas, siglas, caras, nombres, papeles y mas papeles, fotocopias… no para esto necesitas el ID, uy pero no te podemos dar el ID sin que nos des la dirección del hotel, ah! Como? Que hay que buscaros otros porque solo os reservamos una noche? Entonces hay que hablar con seguridad, que tiene que hablar con administración y bla bla bla bla… el caso es que en todo el día conseguimos cubrir y presentar todos los papeles para que nos den el ID, arreglar una reunión para el día siguiente, tener una radio y un ‘call sign’ y cubrir los papeles para abrir una cuenta bancaria… voila! Eso tras un día entero en la oficina…. Uff! Lo que aun nos queda mañana.
Después de huir agotados de la oficina, cuando ya no podíamos hacer mucho más y la desesperación aumentaba, pese a la buena voluntad y apoyo de Imma – una chica de Kenia fabulosa quien es nuestra responsable de recursos humanos –, decidimos traer las cosas al nuevo hotel que finalmente consiguieron reservar. De ahí a Afra, el supercentro comercial – en el que la escasez es el bien mas abundante y prioritario – donde conseguimos una tarjeta de teléfono local y algo mas de información sobre el mundo Internet, que habrá que seguir explorando mañana. Vuelta al hotel!
Lo mejor, sin duda, la cena… José con el ordenador al lado pendiente del Barsa-Sporting de Gijon (dios, mira si me gustara el fútbol que no se ni como se escribe :P), el nuevo chico-cuyo-nombre-desconocemos que también es miembro de UNHCR, que lleva trabajando mas de 18 meses en una field office del sur de Sudan; Marcel (el chico holandés que no deja de sorprenderme), Patrice y yo. El chico X (por llamarle de algún modo) resulto ser un modesto portento en cuanto a idiomas se refiere… sin apenas darse importancia, el chiquillo nos confeso – tirándole de la lengua un poco – que además de su nativo ingles, francés y serbo-croata; habla español, chino, ruso y árabe… a ver quien da mas! Y luego mis hermanas dicen… Yo no tengo palabras, y parece que a el le sobraban para hablar de las diversas enfermedades, pruebas medicas, etc etc. vamos una conversación que acabo volviéndose asquerosa y con la que tanto Marcel como Patrice decidieron colaborar pero solo para empeorarla… Pasamos por heridas supurientas, escorpiones, bichos varios, alergias, malarias, evacuaciones, fiebres, diarreas, mas bichos asquerosos y venenosos, etc. etc. Una sobremesa amenísima, en la que consiguieron asquearme y agobiarme, para luego venir con un ‘no te preocupes, mujer’. Realmente creo que Marcel y José le han cogido el gustillo a eso de vacilarme y no se dan cuenta que cuando de bichos se trata, tocan mi punto débil… ufffhhhgggg!! De todas formas, que sepáis que luego pasamos a recomendaciones varias y de ahí la conversación ya fue un poquito mejor llevada.
Reconozco que me encanta escuchar a esta gente, vale, si, a veces puedo rozar el masoquismo, pero es una pasada oír lo que personas que han trabajado en Chad, Somalia, Pakistán, DRC (Congo), Iraq, East Timor, Libia, Nigeria, etc. pueden contarte. Marcel por ejemplo, además de mil misiones a sus espaldas, nos contaba historias de su trabajo para el ICTY y el ICTR, analizando testimonios de testigos que pasaron por todo tipo de definiciones de crímenes de guerra y/o de lesa humanidad. Y el lado humano de todo eso, las debilidades y excentricidades de la gente que ha decidido que esos testimonios sean parte de su trabajo diario, pero para bien. Es difícil resumir una conversación así, creo que ni lo voy a intentar…
Para terminar, el día, una confesión… mañana se marcha Patrice, empieza su trabajo en El Genuina y su vuelo sale muy temprano, así que la despedida toco esta noche, y reconozco que me da penita. Me parece una persona fabulosa, tranquila, llena de vitalidad pese a sus sesenta y pico años, y con unas ganas de aprender impresionantes. Un detalle, después de años en activo en el ejército francés, una vez retirado decidió que quería trabajar en causas humanitarias, a ser posible con UNHCR porque se cree su mandato y quiere trabajar con alguien con quien se identifique. Para ello, quiso demostrar que no era un militar mas y, ya retirado, se inscribió en un master en ayuda humanitaria para darle a su formación en seguridad el matiz humanitario que le faltaba… y desde entonces ahí sigue! Chapeau!!!
Echare de menos su sonrisa cómplice y su mirada llena de amabilidad. Espero que le vaya de maravilla en Darfur y que nos vayamos reencontrando en el futuro… mejor pensarlo así, verdad?
No se como describir el día de hoy: oficinas, siglas, caras, nombres, papeles y mas papeles, fotocopias… no para esto necesitas el ID, uy pero no te podemos dar el ID sin que nos des la dirección del hotel, ah! Como? Que hay que buscaros otros porque solo os reservamos una noche? Entonces hay que hablar con seguridad, que tiene que hablar con administración y bla bla bla bla… el caso es que en todo el día conseguimos cubrir y presentar todos los papeles para que nos den el ID, arreglar una reunión para el día siguiente, tener una radio y un ‘call sign’ y cubrir los papeles para abrir una cuenta bancaria… voila! Eso tras un día entero en la oficina…. Uff! Lo que aun nos queda mañana.
Después de huir agotados de la oficina, cuando ya no podíamos hacer mucho más y la desesperación aumentaba, pese a la buena voluntad y apoyo de Imma – una chica de Kenia fabulosa quien es nuestra responsable de recursos humanos –, decidimos traer las cosas al nuevo hotel que finalmente consiguieron reservar. De ahí a Afra, el supercentro comercial – en el que la escasez es el bien mas abundante y prioritario – donde conseguimos una tarjeta de teléfono local y algo mas de información sobre el mundo Internet, que habrá que seguir explorando mañana. Vuelta al hotel!
Lo mejor, sin duda, la cena… José con el ordenador al lado pendiente del Barsa-Sporting de Gijon (dios, mira si me gustara el fútbol que no se ni como se escribe :P), el nuevo chico-cuyo-nombre-desconocemos que también es miembro de UNHCR, que lleva trabajando mas de 18 meses en una field office del sur de Sudan; Marcel (el chico holandés que no deja de sorprenderme), Patrice y yo. El chico X (por llamarle de algún modo) resulto ser un modesto portento en cuanto a idiomas se refiere… sin apenas darse importancia, el chiquillo nos confeso – tirándole de la lengua un poco – que además de su nativo ingles, francés y serbo-croata; habla español, chino, ruso y árabe… a ver quien da mas! Y luego mis hermanas dicen… Yo no tengo palabras, y parece que a el le sobraban para hablar de las diversas enfermedades, pruebas medicas, etc etc. vamos una conversación que acabo volviéndose asquerosa y con la que tanto Marcel como Patrice decidieron colaborar pero solo para empeorarla… Pasamos por heridas supurientas, escorpiones, bichos varios, alergias, malarias, evacuaciones, fiebres, diarreas, mas bichos asquerosos y venenosos, etc. etc. Una sobremesa amenísima, en la que consiguieron asquearme y agobiarme, para luego venir con un ‘no te preocupes, mujer’. Realmente creo que Marcel y José le han cogido el gustillo a eso de vacilarme y no se dan cuenta que cuando de bichos se trata, tocan mi punto débil… ufffhhhgggg!! De todas formas, que sepáis que luego pasamos a recomendaciones varias y de ahí la conversación ya fue un poquito mejor llevada.
Reconozco que me encanta escuchar a esta gente, vale, si, a veces puedo rozar el masoquismo, pero es una pasada oír lo que personas que han trabajado en Chad, Somalia, Pakistán, DRC (Congo), Iraq, East Timor, Libia, Nigeria, etc. pueden contarte. Marcel por ejemplo, además de mil misiones a sus espaldas, nos contaba historias de su trabajo para el ICTY y el ICTR, analizando testimonios de testigos que pasaron por todo tipo de definiciones de crímenes de guerra y/o de lesa humanidad. Y el lado humano de todo eso, las debilidades y excentricidades de la gente que ha decidido que esos testimonios sean parte de su trabajo diario, pero para bien. Es difícil resumir una conversación así, creo que ni lo voy a intentar…
Para terminar, el día, una confesión… mañana se marcha Patrice, empieza su trabajo en El Genuina y su vuelo sale muy temprano, así que la despedida toco esta noche, y reconozco que me da penita. Me parece una persona fabulosa, tranquila, llena de vitalidad pese a sus sesenta y pico años, y con unas ganas de aprender impresionantes. Un detalle, después de años en activo en el ejército francés, una vez retirado decidió que quería trabajar en causas humanitarias, a ser posible con UNHCR porque se cree su mandato y quiere trabajar con alguien con quien se identifique. Para ello, quiso demostrar que no era un militar mas y, ya retirado, se inscribió en un master en ayuda humanitaria para darle a su formación en seguridad el matiz humanitario que le faltaba… y desde entonces ahí sigue! Chapeau!!!
Echare de menos su sonrisa cómplice y su mirada llena de amabilidad. Espero que le vaya de maravilla en Darfur y que nos vayamos reencontrando en el futuro… mejor pensarlo así, verdad?
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