Creo que estoy progresando en la integración… Mohamed, mi casero, ha decidido ya hasta cambiarme el nombre. Hoy mientras me instalaba la mosquitera (ssssiiiiiiiiiiiiii, finalmente!!!), me ha dicho que va a dejar de llamarme Rebeca y comenzar a llamarme Amira. Según él es un nombre que le gusta para mi y que me pega mucho mas… reconozco que el nombre me encanta – mi hermana Yoly lo sabe bien ;) –, significa princesa en árabe y además es muy dulce. Ya ha hecho el cambio hasta en el teléfono, así que no hay vuelta atrás….
Pero no ha quedado ahí la cosa, uno de mis compis sudanés, el doctor de la ofi, me ha comparado hoy con su hermana pequeña – su predilecta, por lo que me dijo – me ha dicho que nos parecemos mucho, porque ambas somos ‘short, white and sweet’. Todo ternura, a ver quien es el/la próximo/a y que me toca :P.
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