miércoles, 29 de abril de 2009

Quien me lo iba a decir! (segunda esposa)

El jueves de la semana pasada, camino de Abuda (uno de los campos de refugiados), Santo (en realidad Osman, pero todo el mundo le conoce por Santo) me hablaba de su segunda familia. Su primera mujer vive en Port Sudan y la segunda aquí, en Kassala. Aproveche que saco el tema para preguntar como es eso de estar casado con dos mujeres a la vez y cuales son los procedimientos a seguir… es algo que me sigue pareciendo increíble.

Por lo que me dijo, realmente todo depende del marido. La primera mujer es informada pero no tiene ningún tipo de poder de opinión ni de decisión. Según el, habitualmente, se lo toma bastante mal (no se yo por que será!) y suele pedir al marido que le otorgue el divorcio; algo que por lo general nunca pasa. El único derecho que le corresponde es el de ser informada, bueno, y el de no bajar su estándar de vida. La segunda mujer (y su familia) también sabe que el futuro esposo ya esta casado, cuantos hijos tiene y otra información básica. El hombre tiene que demostrar que puede hacerse cargo de las dos familias y cumplir con todas las exigencias de la mujer (normalmente limitadas a una casa grande y bonita, pulseras, collares y pendientes de oro… cada poquito tiempo, buenos vestidos/ropa y calzado, etc). Antes del matrimonio se estipula donde va a vivir – Santo, sabiamente, me dijo que es mejor no juntar a las dos mujeres porque, ya ves que raro, no se suelen llevar bien y suelen crearse muchos problemas –, que noches pasa el marido con quien, etc. Los niños/as pertenecen al marido, y ellos si que conocen y se relacionan con sus hermanastros (aquí se les llama, hermanos de padre). Todo un mundo...

A los pocos días de esta conversación, Salah (otro distinto… es un nombre muy común) nos ha invitado a la gente de la oficina para que conozcamos a su segunda mujer con la que se ha casado recientemente. La boda fue a primeros de mes, pero aquí se sigue recibiendo a gente en casa que no pudo asistir, para presentar tanto la casa como a la mujer.

Llegue a su casa con Titus y Tamba… primera sorpresa, los hombres se reúnen en casa de su vecino el piso de abajo y las mujeres en su casa. Así acabe en una casa llena de Sudanesas, intentando poner en practica de todos modos posibles el poquito árabe que he aprendido… menos mal que luego llegaron otras dos chicas que hablaban ingles y pudieron traducirme un poco. Creo que por mucho que cuente, no podré reflejar aquello… Me presentaron a la mujer que un estaba vistiéndose en la habita, y no me extraña que necesitase tiempo con todo el oro que llevaba encima! (yo tardaría un día entero en colocarme tantas cosas). En la casa no había apenas nada, unos cuantos sofás y sillas; y una estantería horrorosa con dos fotos gigantescas de la novia el día de la boda. Nunca jamás pensé que se pudiese usar tanto maquillaje aquí. Creo que mi cara y sobre todo mis ojos eran tales, que decidieron enseñarme mas fotos… ni una sola de ellas tenia desperdicio!!! Os aseguro que hasta pensé en sacar fotos de las fotos para que entendieseis lo que vi… y me quejaba de las fotos de bodas en Kosovo jeje… pero claro, no seria muy correcto. Así que nada, venga a pasar fotos, y yo mintiendo… uyy que bonito, que guapa!! Lo mejor de todo eran los tatuajes de hena que llevaba, preciosos!

Después, justo cuando llegaron otras 3 compis de la ofi (fuimos las únicas!) nos pusieron a comer, al estilo de aquí, claro. Una bandeja muy grande, llena de platos con distintas cositas para comer en común y con las manos. Me gusto ver que ni en las ‘grandes ocasiones’ se cambia la costumbre. De la comida se pasa al café o al te, y mientras, las amigas y/o hermanas de la novia te van pasando perfumes para que te los eches y los admires… uno internacional y otro local! Vamos, esta noche, no va a haber mosquito que se me resista!

Menos mal que una de las chicas que habla ingles, Rasha, es un autentico encanto! Estuvo trabajando con UNHCR en Darfur durante más de 4 años, ahora se cambio al Este pero con UNDP. Espero volver a verla uno de estos días. La pobre tuvo que contestar a todas mis preguntas sobre las tradiciones varias… pero así acabe sabiendo que las mujeres solteras solo se ponen hena en una mano/antebrazo, mientras que las casadas lo hacen en las dos y en los pies… bueno, y algunas veces también en otras partes del cuerpo (espalda, abdomen, pecho, etc). Igualmente hay diferencias en el tipo de top que utilizan (el top es la prenda que usan las mujeres para vestirse… creo recordar que ya había hablado de ella): las solteras tienen que usar uno simple, de algodón y nada ostentoso, además lo tienen que usar de un modo holgado; mientras que las casadas pueden ajustarlo mucho mas al cuerpo, también pueden usar otro tipo de tejidos, sobre todo sedas e incluso telas con brocados por la tarde/noche. Por haber hay hasta diferencias en los adornos/joyas, los peinados y en el perfume, en cuanto a este ultimo, hay uno producido localmente y que se llama algo así como ‘Ombra’ que solo lo pueden usar las mujeres casadas porque se considera muy muy sensual, y claro una chica sin marido puede quedar de buscona o algo peor, lo que esta terriblemente considerado aquí. Fue justo uno de los que nos dieron a probar… huele fortísimo, yo no se como eso puede atraer… a mi me espantaría! Y lo peor es que no se va ni con la ducha… espero que mañana haya desaparecido. Eso si, reconozco que estoy tentada a probarlo un día y ver si los efectos son tan devastadores como cuentan jiji.

Aproveche también para preguntar por el incienso ese… se trata de unas hierbas que se queman en un recipiente con carbón y produce un olor muy intenso. La piel se impregna de ese olor (se hace también antes del matrimonio… en una habitación llena de quemadores de esos, estas un buen rato hasta que la piel haya cogido el olor) que según lo que cuentan también es muy sensual. Luego me entere que es algo que las mujeres usan cuando quieren dar señales al marido de que están listas…. desde luego, no se puede decir que no son sutiles.

Espero no haberme olvidado de nada…. como podréis imaginar, pese a mis reticencias iniciales en eso de apoyar segundos matrimonios, la experiencia me encanto y ya casi hasta estoy deseando repetirla :S.

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