jueves, 9 de abril de 2009

Mi primer R&R


Después de unos días de locura con un mínimo de 12 horas diarias de trabajo, al fin, el deseado descanso!! No fue Líbano, como había planeado inicialmente por problemas con la security clearence pero la verdad es que Sharm el Sheikh definitivamente valió la pena. Después de un maratoniano día que incluyo: viaje-en-coche-pesadilla, correr al banco, zumito super rápido con José, reunión de 2 horas en Jartum con todos mis jefes en tema de protección – lo que iba a ser una reunión informal con la Senior Protection Officer acabo resultando en un briefing oficial con todos los responsables de protección y servicios comunitarios, incluida la Representante del Alto Comisionado –, mini-presentación con el segundo de la embajada y cenita con otros compis para dar la bienvenida al papi de la chica de la AECID que vino de visita, 3 horas de sueño y corriendo al aeropuerto (seguridad, formulario tasas, formulario salida, seguridad de nuevo, etc.)… finalmente llegue a la ansiada costa, mas muerta que viva y con unas ganas locas de dedicarme a no hacer nada!

De hecho, la idea de Emilia de coger un todo incluido a pesar que ambas siempre lo habíamos criticado resulto fabulosa! Sobre todo porque además de coger una oferta de ultima hora, eso de que incluyese todos los cócteles que quisiésemos realmente nos compenso :). Así que ahí estábamos las dos, después de tantas criticas, pulserita en mano, riéndonos de nosotras mismas tumbadas en la playa y con un par de caipirinhas! Preparadísimas para empezar nuestras vacaciones de sol, playa, mar… vamos relax y descanso total! Que es a lo que fuimos.

Además de beber caipirinhas y dorarnos vuelta y vuelta bajo el sol (eso si, con mi factor 50 no vaya a ser jeje), nos dedicamos a hacer snorkeling – tuvimos la suerte de que la playa de nuestro hotel estuviese situada en uno de los top 3 arrecifes de la zona – y de paso exploré el mundo del submarinismo que por cierto me flipa!! Estoy decididísima a sacarme el PADI… y por supuesto, lo haré en el mar rojo: espectacular!

Por otra parte, la fama de los egipcios es merecidísima… eso si, hablar un par de palabritas en árabe y decir que tienes un marido Sudanés siempre ayuda, al menos hasta que empiezan a preguntarse por que no vas tapada o como es que te ha dejado ir con una amiga de vacaciones.

En resumen, unos días fantásticos de risas y descanso total… penita que ya hayan terminado!

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